Envidias me corroes, como el tiempo a mis años
salpicas tu aliento de cerdo sobre el cadáver de mi multitud
insatisfaces mis anhelos, los sueños y mis suelos,
describo tu muerte en este poema, es tu lapida mortuaria
y la confianza vuelve y dejas mi nido,
ya no tienes donde quedarte por que sellaste los hilos
cortaste el fragmento de tu bienvenidos
hijos de mi suerte...Por eso vete y no regreses que aquí ya no hay cadáveres que deborar...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cuidado con lo que dices te estoy Observando!!!